domingo, 17 de junio de 2012

Centenario Manolo Prieto: una de cowboys


Hagamos una prueba. Sientate en el sofá. Ponte cómodo. Apoya la cabeza hacia atrás. Cierra los ojos. Si puedes, viaja al pasado entre cuarenta y cincuenta años. Estás dentro de un coche y miras por la ventana como pasa el paisaje. La proximidad de los plátanos de sombra en los márgenes de la carretera aumenta la sensación de velocidad. También las posibilidades de estrellarse, por eso ya no los hay. Los árboles pasan uno tras otro. Si te has tomado una Biodramina, el movimiento del coche te producirá un estado de somnolencia. Si no has tomado nada y eres propensos al mareo, tendrás arcadas. Antes de vomitar sobre la tapicería, avisa. No siempre se está a tiempo, pero esta vez quiero que bajes. El coche busca un recodo donde apartarse de la carretera. El tiempo justo de sacar el desayuno y la bilis. Toma aire aguantándote con una mano sobre la pared rocosa. Hay un anuncio pintado. Lo ves? Es de un agua mineral. Ahora sí, ¿verdad? Agua de Solares. Sólo sabe a agua. Aumenta el sabor agrio en la garganta, pero es preciso volver al coche porque esto no ha terminado. ¿Falta mucho, para llegar? Siempre falta mucho.

Continuamos. Ahora se acaban los árboles y el paisaje se ensancha. La profundidad de campo nos permite mirar hacia el infinito, y cuanto más lejos, más lento parece todo. Las montañas están estáticas. El mundo parece haberse detenido y el estómago baja hacia su posición natural. Hay campos segados, gavillas amontonadas, pequeñas ondulaciones del terreno, postes de teléfonos, algún molino de viento, alguna casa de labranza, se intuye algún pueblo en la lontananza. El aire huele.

Recuerda que estás con los ojos cerrados, pero no te duermas porque tenemos que estar ojo avizor para identificar los elementos que nos llaman la atención. Venimos de un medio urbano y estamos acostumbrados a los símbolos, a las metáforas, es decir, a la representación de la realidad. Para nosotros el mundo rural es cualquier cosa menos simbólico. Es realista y... huele a campo. ¿Qué nos llama la atención, pues? Los anuncios. Pero no olvidemos que somos niños, o como mucho adolescentes. Jugamos con soldados, indios y muñecas, y hace cincuenta años la publicidad no iba dirigida a nosotros.

¿Los ves? Un cowboy montado a caballo, una misteriosa silueta que se esconde bajo una capa y un toro recortado sobre el cielo. John Wayne, Jack Palance y el toro de los ranchos y los rodeos del far west. O si lo prefieres: Nitrato de Chile, Sandeman y Osborne. El tiempo, la historia, el contexto y la imaginación modifican el significado de los símbolos, que son, por sí mismos, neutros.




El toro de Osborne nacía en 1957 para anunciar el brandy Veterano. El proyecto -un logotipo que fuera visible en todas las carreteras del estado- fue encargado a la agencia Azor. Se hizo cargo Manolo Prieto (1912-1991), un genial diseñador gráfico, publicista, cartelista, diseñador de medallas y pintor, que se hizo muy conocido gracias a las portadas de la colección Novelas y cuentos (1942-1959). Antes, durante la Guerra Civil, como militante del Partido Comunista había sido dibujante de la Milicia Popular y de la Delegación de Propaganda y Prensa.

Este 16 de junio se ha cumplido el centenario de su nacimiento en El Puerto de Santa María (Cádiz), y La trastienda del Sr. March ha querido participar de la celebración en la red al lado de otros compañeros, como Crean, & Piscolabis Librorum, Galeria d'Imatges, Galeria d'Imatges X o Bereshit (con quien compartimos apunte, ellos en catalán, nostros en castellano); artículos e imágenes originales, de los que podéis disfrutar si accedéis a sus blogs.Un reconocimiento que se suma, aunque sea de manera simbólica, a los actos de la Fundación Manolo Prieto.

Manolo Prieto no estaba especialmente contento de la fama que el toro de Osborne le había proporcionado, después de toda una vida dedicada al diseño gráfico, con una producción que sobrepasa en calidad a la de un logotipo que, sin embargo, ha demostrado su perdurabilidad. Hemos querido repescar de nuestro imaginario una imagen plausible entre muchas otras, tan real o irreal como el resto.

Y ahora llega el momento de hacer el viaje de vuelta a casa. Rehacer el camino por las mismas carreteras y la autopista. Cansado. Sin ánimo para convertir el paraje del atardecer en un anuncio de Marlboro, con los rebaños de vacas y toros convertidos en una caravana de coches que avanza lenta sobre el asfalto, mientras la realidad se impone demasiado dolorosamente sobre los hombros quemados por el sol y con restos de sal cristalizada. Las luces de posición y de freno sustituyen a la luz del sol. Los ojos se cierran, pesados, mientras una salmodia repite por la megafonía: Llegando a la fábrica de cemento, carril izquierdo señalizado, directora en Barcelona. [1]


[1] Información de tránsito con que se anunciaba que se añadía un carril para acceder a Barcelona, a la altura de la fábrica de cemento Asland, en Montcada i Reixac.

4 comentarios:

  1. Sr. March en referencia a su comentario sobre el origen del diseño del logotipo de la silueta de un toro negro sobre una colina quiere aportarle un dato que espero sea de su interés. Con anterioridad a Prieto, el pintor Enrique Mélida pintó la silueta de un toro sobre una loma en su cuadro "Se aguó la fiesta" (1876) que fue muy famosa e influyó en los artistas de la primera mitad del siglo XX. Antes de su desaparición misteriosa del Museo del Prado este cuadro ya había creado un icono de la cultura española.

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    1. Toro de Melida, gracias por la información. No tenía ni idea de este antecedente. Me lo miro, y en cuanto pueda haré referencia al toro de Enrique Mélida.

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  2. Hola de nuevo Sr. March. Me encantará leer su opinión sobre este asunto en alguno de sus post. Por mi parte acabo de subir a mi blog "El toro de Mélida" el post "Del toro de Mélida al de Osborne" que contienen más información que deseo que le interese.

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    1. He leído con atención el post de su blog. No cabe duda que las similitudes son grandes y que la inspiración es más que probable. Pero no sabria qué decirle al respecto. El tema del toro como símbolo es muy antiguo. Mintras no sepamos qué proceso mental siguió Prieto para llegar al producto final. Teniendo en cuenta que en un caso se trata de una obra con intención puramente artística, y en la otra un tema publicitario, sólo podemos aceptar la inspiración, pero dudo que se aceptara que es una copia.

      De todas maneras, es sólo una opinión. Y eso sí, bienvenida sea cualquier situación que nos permita hablar de Mélida y conocer su obra.

      Un cordial saludo.

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